...de Ushuaia a Alaska, allá vamos, porque a pesar de las diferencias, todos somos iguales.

viernes, 30 de diciembre de 2011

Cosas que pasan en "La Parrilla de Héctor"


 1-     Pero primero…¿Quién es Héctor?

Héctor, gaucho de Madariaga que en el año 1993 partió, junto a cuatro caballos y un amigo hacia Nueva York, en un viaje que duró 3 años…¡una verdadera hazaña por Dios!. Héctor, el tipo con el corazón más grande del mundo. Dueño de una de las parrillas más conocidas en Cuenca y dueño de dos pulmones que a fuerza de tesón y empuje lograron construir lo que hoy finalmente es esta parrilla. Jefe, padre, laburante y cojonudo. “Siempre voy pa´ adelante, nunca pa´ atrás”. A los 8 años corría liebres hasta atraparlas, se subió a caballos hasta domarlos y jugó carreras de tractores con su hermano hasta el día en que logró sacar el primer puesto. Hoy a los 43 años, sigue persiguiendo liebres y así lo hará siempre…
 


 2-     Con ustedes, “Los Increíbles”, personas con poderes y habilidades extraordinarias…

Adriana o Adri. Administradora de la parrilla y administradora del corazón de Héctor, por ser su pareja. Gran mujer, de un corazón puro. Tiene la capacidad de estar siempre linda, a pesar de haber dormido 3 horas. Puede ir al banco 6 veces en un mismo día, hacer 1000 facturas en una sola noche y supervisar la cocina mientras está en el banco haciendo trámites.


Marcita Maldonado. Área de marketing y gran amiga de Héctor y Adriana. Tiene el poder de la chispa y el carisma. Amiga fiel, comprometida profundamente con el trabajo y la amistad. Es abuela de Martincito y Julián, cumplió años hace poco y se siente de 18 años, disfruta de la vida y del amor de Jairo, su marido desde hace 19 años, colombiano, temperamental y muy compañero (se pone el despertador todos los días a las 2, 3 o 4 de la mañana para ir a buscar a Marcia a la parrilla). Entrañables...


 Cristian. Es capaz de hacer 20 parrilladas al mismo tiempo, sin que ninguna se queme, cocinar 5 discos, dormir pocas horas por tener que rendir un examen y conservar la templanza, calma y observación. Tiene puesta la camiseta número 10 de la parrilla.



 Manolito. Vivió 8 años en Nueva York, trabajando como mozo. Tiene el poder de atender 10 mesas de 40 personas  al mismo tiempo. No toma alcohol desde hace un año porque cree que no es bueno para su salud. Puede llevar 50 platos y una jarra de limonada sin que nada se le caiga en el camino.

 Dianita. Ayudante de cocina. Trabaja durante el día y estudia por las noches. Segundo, el jefe de meseros, la busca como un enamorado pero Dianita no le da bola. Tiene el poder de la alegría y la sonrisa. Vive al lado de la parrilla y es capaz de levantarse a las 4 de la mañana si escucha sonar la alarma del negocio. “No quiero que le pase nada al Don Héctor, por eso voy si suena la alarma”.

 Segundo. El Jefe de los Meseros. Frase preferida: Oh Yeah!. Tiene la capacidad de mandarte a limpiar el baño de mujeres, los vidrios o, a las 3 de la mañana decirte: “Regalame ir a secar los platos…” (600 platos).

 Julita. Jefa de cocina. Llega a las siete de la tarde, después de haber trabajado ocho horas en otro lugar. Pica, saltea, hornea, fríe, condimenta y elabora los platos que van a salir. Se va a las 3 de la mañana para al día siguiente volver a picar, saltear, hornear, freír y condimentar. Leal, honesta y ¡Gran Cocinera!.

Martín. Argentino que viaja hace 3 años junto a su novia, Martina. Vienen bajando desde México, recorriendo Latino américa en un una kombi. Tiene el poder de dormir hasta en su puesto de trabajo...

 Martina. Dichosa ante la noticia de tener que lavar 300 copas. Pareja de Martín y con quien compartí una gran cantidad de copas de ron hasta que el líquido marrón y alimonado, nos transformara en meseras poco presentables...

 Diego Lazzo. El cantante de música romántica que, los martes y viernes, presta su voz para seducir mujeres a través de un amplio abanico de temas. Es capaz de levantar el ánimo de la mesa más amarga de la noche y como fondo de sus temas, se puede escuchar una voz en off que promueve su nombre…Diego Lazzzooooo…Diego Lazzzoooo…(como un mensaje subliminal, el mismo que ponen los supermercados para que la gente compre más productos).
Su frase más sospechosa es "¡Levanten las manos las solteras de esta noche! o ¿a qué mujer le gustaría estar soltera?!"...y minutos más tarde, oh casualidad se lo encuentra hablando con alguna de las mujeres que levantó la mano...sospechoso, ¿verdad?



3-     Encuentro de argentinos = Truco = Fernet y las mejores frases de Fabian

Tenemos un hambre, boludo, vemos perejil y comemos lechuga nosotros. Boludo, nos ganaron a 4000 mts de altura, vengan a jugarnos al nivel del mar!- (alguien estornuda)¡Salud dijo un ñandú!-.29…el culo te llueve…el culo te llueve!!-Compartamos la desgracia hermano…repartamos la pobreza (con lo último de fernet). -¡Dale, jugá! Dejá de hinchar los huevos…- Caballo que alcanza ganar quiere…-Lo único que les digo…si yo les echo la falta, me la agarran…si por las buenas no entienden, van a entender por las malas…-¡Qué jugadon que hice por el amor de Dios! ¡Los tengo en el horno!! ¡Con una carta sola!- A mi, muchos puntos me pesan, boludo, por eso quiero ganar de a poco…-¡Ese no es un rival, es un amigo!-¡Que sufra, que sufra esa malvada…!(cantando).-Yo si te quiero, te juro por Dios que te quiero…voy a querer lo que vos me digas…-No tengo un puto punto…si tenés, cántalo.-Un hincha de River, con el pecho frío, diría que no.-No te rías, parece que tenés a Dios agarrándote los huevos. Eso decía mi abuela, mi abuela lo decía.-¿Qué quisieran tomar?- Yo quisiera un bus hasta mi casa…y de paso una copita de Boca Campeón.-¡Trae la botella de Ron acá!-¿Comunicación nos falta?… te voy a mandar un telegrama de demanda!-¿y porqué no me agarrás este ratón?-¡El quiere, es querendón!-¡Vos estas hecho un canchero, cambiaste el talle de jean y te volviste un canchero!-Yo puse un 4…soy más hombre que vos!- Truco! ¡Quiero retruco! Ay, se cagaron! Pañales para dos!-¿En buenas con quien están? Con el Diablo, hijo de pu…-¡Cuando no tenés técnica, tenés que tener huevos!-¡Ustedes caminan de rodillas!-No existe gordito malo ni vivo con anteojos!- A vos te dicen retrato de la abuela. 50 años en la cómoda.


   No hay con qué...cuando cuatro argentinos se encuentran, el truco, la competencia y las cuestiones del Falo muestran sus caras. Fabian, Héctor, Joaquín y Martín los rostros del truco más polémico...

4-     Trabajar con el marido…

No fue difícil, es la pura verdad. Trabajar juntos fue una experiencia linda y distinta a la que veníamos teniendo en el viaje. Implicó cambiar el vestuario, el rol, los horarios (ponernos despertador), cambiar la manera de hablar y de relacionarnos con la gente. Verlo a Joaquín vestido de Mozo y no de Surfer fue un cambio que me sedujo, como a el le sedujo verme vestida con la camisa blanca, el delantal negro y el pelo hacia atrás. Porque claro, ¿Qué más seductor que ver a la pareja de uno vestido de mesero? (¿¡?¡?). En fin, creo que a el le queda 100 veces mejor el vestuario que a mí y por eso, en varias ocasiones, algunas clientas le pidieron de sacarse fotos con ellas. Sí, sí, como leyeron…el mozo buen mozo siempre accede a la foto. ¡Click!.

Pero, como yo estaba tannnn sexy dentro de la camisa de talle grande, también tuve mis momentos de gloria como mesera y creo que a Joaquín le daba más gracia que celos…verme bailar con los clientes en el medio de una ronda fue una experiencia inolvidable o que Joaquín se mueva al ritmo de la bandeja mientras dos clientas le perreaban…y todo, conmigo al lado.

Y a no perder el compañerismo…eso ante todo. “¿Queres que limpie el baño por vos?, se que te da asco eso…”, “Dejame que seque los platos”, “Vos sentate un rato, descansá…”…pero…pero…también vivimos momentos de competencia despiadada y feroz. Tampoco todo es color de rosas en el mundo del trabajo en pareja. “¿Cuánto te dieron de propina? Ja, ja…a mi me dieron más…”, “¡Hoy gané más que vos!”, “Epaaa yo vengo aportando al hogar”, “Dejame esa mesa que son todos hombres, es estrategia”…


 5-     El mundo de las propinas…

Que hay de todo, hay de todo…te podes matar atendiendo una mesa de 25 personas todaaa la noche. “Tráeme pan”, ¿“Me das un vasito de agua?”, “Tráeme más chimichurri”, “¿Tenés una silla para el niño?”, “Un plato más de papas fritas”, “Traeme un limón por favor”, “¿Dónde queda el baño?, “¿Me traes azúcar?”, “¿Puede ser una porción de arróz pequeña?”, “No quiero la limonada en vaso, la prefiero en jarra”, “¿Me traes hielo?”, “Dos parrilladas dobles, 5 discos, ocho mote pillos, 10 coca colas, 10 flanes con crema y una copa de helado de chocolate y vainilla, bien…ya lo marcho señores…”….te bancas a los hombres que aprovechan su condición de clientes para tirarte frases afectivas, a las cuales solo podes responder con una sonrisa (falsa, obvio)..” ¿Me pedís la dirección para la factura o para tenerla vos?”, “No acepto que me digas un No, bailá conmigo”, “Yo también estoy casado…”, “Tomate una copa de vino con nosotros”, “El postre que quiero no está en la carta…”…te bancás todo eso, jugas con los hijos de los clientes, les haces monerías para que se rían “Ay, pero que lindo este nene”, “Cuchi, cuchi, bebitooo”… para que, en el momento final de la noche, cuando se cierra la cuenta, no encuentres ni una monedita de propina…nada de nada…pero claro, siempre están los generosos que compensan la mezquindad de los anteriores y gracias a ellos, una se siente una mesera digna de ser…



Imágenes impactantes del trasfondo de la parrilla. La Cocina. Donde todo puede ocurrir...Segundo chequea la cantidad de reservas para ese día. Ooopps...¿250 personas?...¡A prepararse carajo!


¡Que salgan los 200 platos de menú! Cristian y Marcita haciendo arte...

Mientras tanto...del otro lado, los chicos se divierten de lo lindo. Son las 2 de la mañana. 14 horas de trabajo...¡ venga el Ron a los meseros más alegres de esta noche! Héctor regala unos pasitos, ante un público sorprendido. ¡Es que el meneaito le sale mejor que el bife de lomo de 500 grms!

Héctor, Adri, Marcita, Jairo, Manolito, Diani, Julita, Segundo, Cris...unos ídolos, no nos cansamos de decirlo. ¡¡¡Los vamos a extrañar mucho!!!! 
Al gaucho más bueno del mundo y a su lindísima mujer...¡Gracias por recibirnos en su casa y hacernos sentir como en la nuestra!
Próximo capítulo:
Navidad, Cumpleaños, Despedida y...
¡Bienvenida al 2012!

lunes, 19 de diciembre de 2011

Cumplir 30...

Faltando diez días para cumplir 30 años decidí someterme al Test del Madurometro, que evalúa el grado de madurez de una persona al cumplir los treinta años de edad...comprobado científicamente y avalado por Blanca Curi, Horangel y Ludovica Squirru, el test somete a quien lo realice, a enfrentarse cara a cara con lo pretendido por La Sociedad. A continuación, la prueba y sus resultados...


“A los 30 tenés que haber conseguido ciertas cositas”, firmado: La Sociedad

Mi situación real-actual

Un deseo para el futuro

            

Tenés que haber adquirido un marido o concubino.


Adquirido. Un marido.

Adquirirlo por mucho más tiempo.

El marido o concubino debe aspirar a un puesto de gerente en “Wright and Brothers Company for the World  Saving Dollars for Banking Company S.R.L”

Profesión actual de mi marido: Viajero Internacional con Posgrado en Ocio y Reflexión.

Que haga un doctorado en: Baile del Caño, Nivel III.

Tenés que tener un título universitario.


Lo tengo.

Que Teté Coustarot vuelva a la televisión, se lo merece.


Tenés que tener, por lo menos, un hijo.


No tengo hijos por el momento. Será que no uso reloj y por eso se me pasó de largo el temita del reloj biológico.


¡Es lo que más deseo en el mundo, pero mis hijitos tendrán que esperar un poco, a que su mamá haga otras cosas!

Tenés que ocultar las primeras arrugas y canas.


Soy adicta a las cremas faciales. Con respecto a las canas, estoy en un problema. No tenemos plata para la iluminación que debería hacerme, por lo que tengo 2 opciones: o me las arranco (pero me pueden salir 7 canas más) o me las pinto con un marcador indeleble (es verdad, no miento)


Encontrarme con Roberto Giordano en una playa, salvarle la vida de milagro y que en agradecimiento me regale una iluminación. Ah, y que Teté Coustarot esté en la peluquería sirviendo café.

Tenés que tener una actividad que te haga independiente de tu marido, por ej: té con amigas, gimnasia o taller de origami.

¿Puede ser mate con amigas, Sociedad?
Ah, y no soy nada independiente de mi marido, estamos las 24 hrs del día juntos en este viaje!

Que el profesor de origami, del curso que voy a hacer cuando me independice de mi marido, sea japonés y me enseñe a armar rolls de sushi (de palta y queso Filadelfia).

Tenés que tener creencias religiosas o espirituales.


Cada día más confundida en este punto.

Que se me aparezca Dios (y no me dé miedo).

Tenés que tener una marca de ropa de cabecera, si es extranjera mejor.


Tengo ropa marcada y cada vez en peor estado, además de repetirla casi todos los días. 

Que Teté Coustarot decida regalarme toda su ropa. Yo con eso, haría una rifa y con la plata me compraría ropa nueva. ¡Ni en pedo uso la ropa de Teté!


Tenés que hacer algún deporte para mantener tu figura. Competís con las chicas de 20 y ellas se vienen con todo al nuevo mundo.

Estoy mucho más activa que antes, lo cual NO significa que se me pueda catalogar como deportista. Las de 20 no me importan, también van a llegar a los 30.

Si el futuro retrocediera (¿vale eso?) me gustaría estar en el Grupo A, de las deportistas de mi colegio, para recibir todos los beneficios que ellas recibían.

Tenés que haberte hecho o pensado en hacerte, por lo menos, 1 cirugía estética.


Negativo, por el momento.

Que La Brodsky, La Aguirre, La Pérez y la Salomón me den sus tips de belleza eternummm


Tenés que haber viajado o tener un viaje en mente.

Me pasé de la raya.

Algún día volver al otro lado de la raya, con mi familia y amigos…o que ellos se pasen a este lado de la raya y que estemos todos rayados!


Madurómetro o grado de adaptación a los 30 años: ……20/100….tu grado de maduración no es el esperado, lo sentimos, María Clara. Esperamos, junto al equipo de Madurómetro que puedas madurar para alcanzar los resultados esperados para tus 30 años. Tenés que madurar para poder estresarte cuando no tengas las tacitas del mismo color para servir el café a tus invitados. Edad obtenida según el test de Madurómetro: 21 años.

¿Mi respuesta? ¡Mejor que te responda Eddie Vedder!: "Es un misterio para mí, que codiciemos con lo que hemos aceptado. Y tu crees que tienes que querer más de lo que necesitas...hasta que no lo tengas todo, no serás libre. Sociedad, eres una raza loca, espero que no te sientas sola sin mí. Sociedad, ten piedad de mí, espero no te enojes si no estoy de acuerdo...sociedad, eres una raza loca...
Cuando quieres más de lo que tienes, crees que necesitas y cuando piensas más de lo que quieres, tus pensamientos comienzan a sangrar. Creo que necesito encontrar un lugar más amplio...porque cuando tienes más que lo que piensas, necesitas más espacio..."
 

lunes, 12 de diciembre de 2011

Montañita

Después de una semana con Jose, llegaba una nueva visita, Iñaki, mi hermano, y su novia, Ro, llegaba la juventud al lugar de los jóvenes. Los esperamos en Montañita, para el que no conoce o nunca escuchó su nombre, vendría a ser una mezcla de Pinamar o Villa Gessel, con playas más lindas, más chica pero con mucha joda para los veinteañeros. Es el paraíso de los muchachos aficionados a la juerga, pero gracias al ritmo azaroso que marca los pasos de nuestro viaje, llegamos en la temporada más baja, y agradecimos eso porque no paramos de escuchar comentarios del descontrolado vacacionar de la gente en otras épocas del año. Eso si, las hordas de hipis que abarrotan las calles principales, son según dicen, comúnes a todos los meses del ciclo solar. Muchos son copados, algunos pasivos, otros un poco insistentes a la hora de intentar la venta y los últimos, algunos que se creen que van a salvar el mundo por no estar dentro de la sanguinaria máquina capitalista, y se las ingenian para resistir los días mangueando pa´el pan a los turistas que no tejen macramé.
De cualquier manera, este modesto pueblo de moda, es muy lindo si se visita en Noviembre como lo hicimos nosotros.

 Bienvenida y despedida, los sentimientos se mezclan, pero para nivelarlos hacia arriba, nos dejamos llevar por el lado de la caipirinha. Luego todo fue alegría y algarabía. 

 Claro, con la llegada de la sangre nueva y vital, la primer noche tuvo su dosis de baile hasta la madrugada. 
Uy!, pensamos. Esta semana va a estar cargadita de noche ¿Cómo frenaremos este caudal de energía jovial que traen? Eso pensamos solo hasta esa noche, porque los días siguientes teníamos que pedirles por favor que aguantaran hasta las 22 hs. 

 Abrazo fundido. O fundidos en un abrazo. Este fue el más psicodélico de todos, pero fue uno de los muchos que nos dimos en la noche de reencuentro fraternal.



 Nuestra morada playera, nosotros dormíamos en la Westy y los chicos en un cuarto en la casa de Jaime.

 Solo una de las cosas que deben hacer los hermanos mayores a los menores, y más cuando no se ven por mucho tiempo. No sólo de charlas lindas vive el hombre.

 El pequeño punto negro en el océano soy yo, saludado por Clara, intentando surfear el atardecer. Claramente, no hice más que flotar y contemplar.

 Por enésima vez en este viaje, quise pescar. Procedí como siempre: 1- Preguntar a un lugareño por el mejor lugar, mejor momento del día. 2- Comprar elementos pertinentes, léase anzuelos, boya, plomada y carnada. 3- Arrojar la caña.
Resultado: Nulo, nuevamente se enganchaba la línea con cuanta roca existiera y nunca con animal marino alguno.

 Hasta que el mismo Poseidón fue el encargado de frustrar nuestros intentos, amenazando con tragarse a la feliz parejita mientras yo presionaba el botón de la cámara de fotos. De verdad, por un instante pensé que los perdía entre el fondo rocoso. Por suerte pudieron escapar, y sin tratar más, cortamos la tanza y volvimos con las manos vacías.



 Solo una noche más, pudimos convencer a estos viejos chicos de salir a tomar algo, y nuevamente fueron caipirinhas, pero esta vez en uno de los tantos puestos de la calle de los cocteleros.



 El Jack Johnson del subdesarrollo, sin talento para la guitarra ni para el surf.


La moraleja de las cotorras ecuatorianas.

 Toribio, el ave cascarrabias.

 Por suerte llegó el momento de intentar con un buen profesor. A continuación, algunos triunfos y otros fracasos de la clínica exhaustiva de surf de 5 días.





 El que sabe, sabe.

 En un arranque de creatividad fotográfica, logré escribir en la noche, lamentablemente me comí una A y lo noté mucho tiempo después.



 La punta de la tabla tiene claro destino de cabeza. En una acción similar, él y yo agarramos la misma ola y sufrimos una severa colisión marina, con un saldo de tabla cortada (La mía que era alquilada)

 La pareja del aire, o voladora. No conformes con tirarse al vacío en Bs As unos meses atrás, intentaron con el paracaídas tirado por bote. ¡Qué chicos con gusto por la adrenalina!



 Ella es Bombón, no Clara, el can. Vivía en el jardín donde dormíamos, y desde que nos conoció nos siguió a todos lados, literalmente. A los bares, a la playa, al mar, al baño, no se nos despegó un solo minuto. Imposible no quererla.



 Los perros son el mejor amigo del hombre, no del perro, claro está.


 El melancólico y nostálgico mesero del restaurant de Doña Elena, donde comíamos todos los mediodías por la módica suma de 2 dólares.

 La mismísima Doña Elena.



 Puede que al mirar esta foto uno piense: ¿Qué tendrá que ver?
Y está bien que así sea, porque un pircing callejero no tiene razón de ser en esté diario viajero.

 Hot dog.





 El momento del adiós llegó y ella lo percibió, cuando sacamos la camioneta se subió y no quería bajar. 
Fue un momento difícil, muy difícil.

 Ibamos camino a Guayaquil para despedir a los chicos al aeropuerto que venían de Galápagos, cuando una familia de argentinos que vive en Ecuador nos paró al costado de la ruta para saludarnos y darnos suerte. Cosas que pasan en el camino.


La despedida con Iñaki y Ro, fue más difícil que la de Bombón. Pasamos toda la tarde en el aeropuerto esperando que su avión saliera. Nos contaron de Galápagos, nos acordamos de la semana que pasamos juntos en la playa y de golpe porrazo llegó el momento de decir adiós, como siempre que nos visitó alguien querido, el último abrazo me humedeció los ojos, para no confesar que alguna lágrima se me calló.
Pasado ese momento me quedó lo lindo, lo lindo de saber que hay personas que uno extraña porque quiere y disfruta tanto. Así que: GRACIAS por la visita, hace muy bien un poco de familia después de meses de no vernos. 

Ahora, mientras escribo esto, estamos de nuevo en Cuenca, trabajando en una parrilla para engordar nuestras arcas en vistas a la cara Colombia.

Entonces, la próxima nos encontrarán acá y con una integrante del viaje por empezar la cuarta década de su vida...